Salimos hacía Zaragoza a las siete y media de la mañana.
Llegamos a Zaragoza hacía las diez y media, nos tomamos los almuerzos, que preparo Conchita la tarde anterior.
Salí a correr los cien metros lisos a las doce y media, estaba convencida que iba llegar primera.
Después de recoger mi primera medalla dorada, me subí a la grada con los demás compañeros y monitores, pero sobre todo estuvieron muy contentos con mi primer triunfo.
Luego ya sobre las dos nos fuimos a comer, muy cerca de la pista de atletismo.
Al terminar de comer nos dirigimos hacía la plaza de San Francisco, para tomar el café con el hermano y la madre de José Ramón, que por cierto nos pago el café, lo hizo también, porque se emociono mucho al vernos disfrutarlo tanto.
Ya después no volvimos a la pista de atletismo, porque a las cinco y cinco, me tocaba salir para saltar.
La verdad no estaba tan segura de mi misma, porque no había saltado nunca, por eso me sentía novata. Pero de todas maneras también me lleve la medalla dorada.
Cuando todos acabamos nuestras pruebas nos volvimos hacía Benasque, pero a mí me dejaron en Barbastro, porque me tenía que subir a Salas, porque mama ya me esperaba.
La verdad que fue un día de muchas emociones y alegrías.
Carmen
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